Siempre es bueno que existan los vestigios, los testimonios y los testigos, es por ello que el testimonio de Fernando Jerez es muy valioso, despues de cuarenta años.
<osoazul@vtr.net> escribió: Mabor, Mono y toda esa pléyade...
¡Cuarenta Años!
Y pensar que desde hacía dos, ya estaba este Pescado esperándolos en el alcázar...
Un abrazo para todos, con sincera emoción.
Prof. Fernando "Pescado" Jerez.
Entiendo que para un profesor observar desde la distancia como se desarrolla una promociòn, constituye un motivo de real jerarquia, mas aun cuando todavia hay dos que estan en servicio activo y que tienen el legitimo derecho de llegar a ser quien dirija al ejercito.
Felicitaciones fernando por estar ahi, en aquella trinchera, atento y observando este devenir.
ARCHI DUQUE DEL TAAPACA
Ricardo Osses <fata1754@gmail.com> escribió:
Manolo:
Consulta de puro intruso.
¿De donde le viene el título de Adolfo I "Duque del Tapaca" con el que se suscribe Adolfo?
Quizas detrás de este título nobiliario (suena a nortino), hay algún chascarro gracioso o mote jocoso que conocer.
Un abrazo
Forma parte de aquellos ritos militares que han permanecido por años en la literatura militar, como es por ejemplo aquel caballero que es declarado en vigilia, el oficial antes de su juramento.
EL CATAMARAN YA ES LEYENDA
El 18 de febrero de 2009 20:07, carlos bopp <cboppropiedades@gmail.com> escribió:
Estimado Manuel:
No es mala la idea de Jorge Barttlet de devolver el catamarán al Norte ,ya que así lo entendí------yo , por lo que podría hacer el viaje de vuelta con una nueva tripulación sureña ,por supuesto que se podría programar con tiempo y hacer una nueva travesía con nuevos cófrades.
Al mismo tiempo aprovecho la ocasión de saludar a jorge y felicitarlo por su hermosa travesía,al igual que a su tripulación.
Saludos
Carlos Bopp LTodo es posible Carlos, pero al igual que el cometa halley, pasaràn años, como dice la canciòn PASARAN MAS DE MIL AÑOS, MUCHOS MAS....
TESTIMONIO DE UN GUARDACATAMARAN
Alejandro Romero P <alejandro.romero.p@gmail.com> escribió:
Mabor.
Hace algunos días atrás terminó en la isla de Chiloé, en Ancud para ser precisos, el viaje iniciado en Antofagasta el 30 de enero.
Un grupo de nuestro curso y dos civiles - civiles que en diferentes tramos participaron en la travesía, compartimos la aventura, los problemas y las alegrías a bordo del catamarán.
Todo se inició con la invitación del cadete Claudio Breit a la cual acudimos algunos afortunados, otros quedaron fuera por no poder calzar las vacaciones.
Ahora que ya todo ha concluido puedo y debo dar las gracias por el éxito de esta aventura y por la oportunidad de poder participar en ella.
A la promoción completa por su permanente preocupación e interés en seguir nuestra navegación, leyendo los correos y visitando el blog.
A los oficiales de otras promociones que también se interesaron por este viaje, oficiales que fueron nuestros instructores y otros en servicio activo que también nos prestaron su colaboración.
El teniente Yovanne en Puerto Montt nos recibió magníficamente, los saludos del capitán Solari y la preocupación del teniente Ferreira, etc.
A los camaradas que nos recibieron en las distintas recaladas.
En Antofagasta especialmente a Alejandro Sepulveda que nos ofreció una magnífica despedida.
En La Herradura, Reinike, Bertolino y Schaeffer que nos visitaron con sus esposas y un apoyo logístico ….mmmmm.
En Quintero, Adolfo Rojas nos recibió con almuerzo y unos magníficos productos de su campo y Gamboa con sus sabios consejos marineros al capitán.
En Recreo fuimos visitados por la familia de Mabor y el flaco Urrutia, donde almorzamos en un gratísimo ambiente.
Pero siempre existe una oveja negra, un tal Parra, que en Valdivia al saber de nuestra proximidad huyó al interior.
A los navegantes, Claudio Breit, Julio Baeza, Hernán Hernández e Ignacio Méndez, con los cuales sólo nos veíamos por breves instantes en reuniones sociales, lo que dista mucho de la vida que llevábamos en la Escuela Militar, cuarenta años atrás. Cuarenta años que significan mañas, formas de ver las cosas distintas, con un desigual enfoque de la realidad, en fin, mañosos todos, temperamentos y caracteres diferentes. Y además sin conocer de navegación. Pero a pesar de todos estos inconvenientes supimos superar y enfrentar los problemas con alegría y altura de miras.
A los dos civiles - civiles señores Quinteros y Sacchetti, los que entendieron nuestra forma de ser, nuestra camaradería y se integraron a nuestro grupo alegremente.
A nuestras esposas las que nos impulsaron en esta aventura con la complicidad como se alienta a un niño a cometer una travesura.
En fin, tantas cosas; la vida no sólo es trabajo.
Saludos,
Romero.
Personalmente, ser el puente con la red, significò no solo una grata experiencia mas sino que ademàs, desde el punto de vista Meteorologico, conocer mas a fondo la meteorologia naval.
Felicitaciones a la tripulaciòn, a los civiles que les acompañaron y a todos los que siguieron con real interès estos correos con las novedades de la travesia.
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